Ricardo Marcel Salinas

El Arte de la Felicidad


La felicidad no depende de lo que pasa a

nuestro alrededor, sino de lo que pasa dentro

de nosotros; la felicidad se mide por el

espíritu con el cual nos enfrentamos a los

problemas de la vida.

La felicidad es un asunto de valentía; es tan

fácil sentirse deprimido y desesperado.

La felicidad es un estado de la mente. No

somos felices en tanto no decidamos serlo.

La felicidad no consiste en hacer siempre

lo que queremos; pero sí en querer

todo lo que hagamos.

La felicidad nace de poner nuestros corazones

en nuestro trabajo y de hacerlo con

alegría y entusiasmo.

La felicidad no tiene recetas; cada quien la

cocina con la sazón de su propia meditación.

La felicidad no es una posada en el camino,

sino una forma de caminar por la vida.

Amado Nervo



NEUROPLASTICIDAD, la clave de la creatividad

El pasado año tuvo lugar en EADA el esperado seminario de la investigadora y profesora de la Harvard Medical School la Dra. Shelley Carson. En un magnífico taller de cuatro horas celebrado en el Hotel Majestic de Barcelona, Carson reveló algunos de los secretos de la creatividad:

 

- Las personas creativas rompen los patrones rígidos de su cerebro. Combinan conceptos, mezclan cosas aparentemente diferentes… Desarrollan hábitos de neuroplasticidad que les permiten crear nuevas conexiones neuronales. Ejercicio: ¿qué tienen en común un gato, un reloj y una galaxia?

- Los individuos creativos son tanto deliberados como espontáneos en su creatividad. Alternan estados de conciencia deliberados (“quiero ideas para esto”) como momentos espontáneos de ensoñación, ralajación, intuición y visualización. Un excesivo dominio de uno de los dos estilos puede ser perjudicial. Ejercicio: ¿cómo crearías un país perfecto? Enumera diez acciones.

- La gente creativa, por tanto, alterna actitudes mentales (brainsets) deliberadas (razonar, evaluar) con otras más espontáneas (visualizar, conectar, absorber, transformar) y ello les permite fluir creativamente en armonía. Estar demasiado centrado en un estado mental impide salir de la zona de confort y lograr ser creativo en profundidad.
Ejercicio: cuestionario de actitudes mentales de Shelley Carson o ver el libro, recientemente publicado por Profit Editorial “Tu cerebro creativo”.

- Las personas creativas, de forma consciente o inconsciente, cuando desean ser creativas, preparan el terreno (recogen información, definen el problema, etc.), generan ideas sin juzgarlas, evalúan las mejores ideas y rechazan las menos adecuadas, elaboran la idea y la implementan.

 

 

 

 

Y algunos hábitos creativos interesantes:

1. Es importante ser curioso y acumular mucho conocimiento


2. Hay que estar en contacto permanente con trabajos creativos novedosos (arte, ciencia, empresa…) y crear conexiones con nuestra especialidad


3. Debemos aprender a apagar el censor que tenemos en nuestra mente y aceptar las cosas sin juzgarlas de entrada


4. Aprender a estar solo, en meditación, en recogimiento…


5. Disfrutar de la naturaleza, caminar por el bosque, disfrutar de la belleza que nos rodea.


6. Tomar nota de las cosas interesantes que vemos en una libreta o un grabador.


7. Aprender a crear conexiones entre conceptos diametralmente opuestos (pensamiento jánico).


8. Pasar tiempo con personas creativas, mezclar ideas, hibridar conceptos…


9. Hacer lo que nos gusta, perseguir nuestras utopías y pasiones.

 

Etiquetas: creatividad, EADA, neurocreatividad, Shelley Carson



Buscando una definición de la biblioteca ideal

ALBERTO MANGUEL

Escritor y traductor

El argentino-italiano-canadiense Alberto Manguel fue, de joven, lector personal para Borges, un título nobiliario literario del que suele hacer alarde en todas sus biografías. Desde entonces se ha dedicado él mismo a la literatura como periodista, novelista o ensayista. En este último rubro consiguió su obra más apreciada, Una historia de la lectura que es de 1998. Es un defensor de los libros, en su formato más tradicional, como una herramienta indispensable en la civilización, incluso en tiempos tan digitales como este. Eso queda claro en Lecturas sobre la lectura (Océano, 460 pesos), una variada compilación de arengas que recuperan el íntimo placer que sólo saben transmitir los libros.

 

La biblioteca ideal está hecha para un lector en particular, todo lector debe sentir que él o ella es el elegido.Sobre las puertas de la biblioteca ideal está escrita una variación del lema de Rabelais: "Lee lo que quieras".

La biblioteca ideal es tanto virtual como material. Permite toda tecnología, todo recipiente, toda manifestación de texto.

La biblioteca ideal es de fácil acceso. Ni escaleras altas, ni explanadas resbaladizas, ni una confusa multiplicidad de puertas, ni guardias intimidantes deben interponerse entre el lector y los libros.

La biblioteca ideal tiene asientos cómodos pero firmes con descansabrazos y respaldos curvos, como los de la lamentada Salle Labrouste en la Bibliothèque Nationale de France. La biblioteca ideal tiene amplios escritorios de preferencia con tersas superficies de cuero, enchufes para equipo electrónico (con la condición de que trabajen en perfecto silencio), y suaves luces individuales que recuerdan las lámparas de lectura de vidrio verde del Colegio Nacional de Buenos Aires.

En 1250, Richard de Fournival comparó la biblioteca ideal a un hortus conclusus, un jardín cerrado.

La biblioteca ideal tiene cálidas paredes de ladrillo o madera, y también frescas ventanas de vidrio que dan a vistas apacibles. La biblioteca ideal nunca es un hortus completamente conclusus.

La biblioteca ideal contiene sobre todo, pero no únicamente, libros. También colecciona mapas, cuadros, objetos, música, voces, películas y fotografías. La biblioteca ideal es un lugar de lectura en el sentido más amplio del término.

La biblioteca ideal le permite a cada lector tener acceso a los estantes. Al lector se le debe dar la libertad de los encuentros fortuitos.

Ningún estante de la biblioteca ideal está más alto o más bajo que el alcance del lector. La biblioteca ideal no requiere de acrobacias.

En la biblioteca ideal nunca hace demasiado frío, ni demasiado calor.

La biblioteca ideal organiza sin etiquetar.

Ninguna sección de la biblioteca ideal es definitiva.

El mapa de la biblioteca ideal es su catálogo.

La biblioteca ideal tiene acceso fácil y abundante a comida, bebida y fotocopiadoras.

La biblioteca ideal es tanto aislada como frecuentada, íntima y abierta a las relaciones sociales, pensada para la reflexión y para el diálogo, parsimoniosa y generosa, erudita y preguntona, llena de desesperación de muchos y de la esperanza de lo que aún no se ha leído.

La biblioteca ideal encierra la promesa de todo libro posible.

Cada libro en la biblioteca ideal hace eco de otro.

La biblioteca ideal es una antología eterna que siempre se renueva.

La biblioteca ideal nunca cierra.

En la biblioteca ideal se puede garabatear en los libros. (...)

En la biblioteca ideal, la tarea del lector es subvertir el orden establecido.

La cantidad de libros en la biblioteca ideal varía. Se dice que la Biblioteca de Alejandría albergaba 700 mil rollos; los libreros de Jorge Luis Borges contenían apenas 500 volúmenes; el campo de concentración para niños de Birkenau tenía una biblioteca clandestina de ocho libros invaluables que cada noche había que ocultar en un lugar distinto.

Aún cuando está hecha de paredes y estantes y libros, la biblioteca ideal está en la mente. La biblioteca ideal es la biblioteca recordada.

La biblioteca ideal sugiere un texto continuo sin un principio discernible ni un final en el futuro predecible.

En la biblioteca ideal no hay libros prohibidos, ni libros recomendados. (...)

En la biblioteca ideal ningún lector siente jamás que no es bienvenido. (...)

La biblioteca ideal simboliza todo lo que una sociedad representa. Una sociedad depende de sus bibliotecas para saber quién es, porque las bibliotecas son las memorias de la sociedad.

Hay ciertos libros que son, en sí mismos, una biblioteca ideal. Moby Dick de Melville, la Commedia Dante, Memoires de outretumbe de Chateaubriand.

La biblioteca ideal (como todas las bibliotecas) guarda por lo menos una línea que fue escrita exclusivamente para ti.